lunes, 1 de agosto de 2011

Safari; Regreso

Un cazador viajó al África a un safari.
Al no encontrar auxiliares para cargar su equipaje le ofreció bananos a
un gorila y éste comprendió la oferta y alzó con las carpas, las armas,
los alimentos y lo acompañó por todo el safari.
Al cazador le salió más barato y con un excelente servicio.
Total, cuando el cazador iba a iniciar su regreso se puso a pensar en
las bondades de contar con el gorila para próximos safaris y decidió
llevarlo a casa.
Llegó a casa a altas horas de la noche, acomodó al gorila en el patio de
la casa y entró a su habitación después de dos meses de ausencia. Al
otro día, la señora del cazador se levanta temprano y le comenta a la
muchacha del servicio llena de felicidad:

"María, después de dos meses mi marido regresó y ¡qué regreso!: tres
relaciones increíbles".

"Eso no es nada, señora, el amigo que trajo me echó ocho y ni siquiera
se quitó el abrigo", le contesta suspirando la muchacha.

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