querer levantarse se da cuenta que se había atorado en él.
Entonces le grita a su marido:
"Cariño, llámale al fontanero para que me saque de aquí. ¡Me atoré!"
Al ver la situación, el tipo le dice a su mujer:
"Está bien, pero ponte mi sombrero de charro entre las piernas para
taparte y que el fontanero no te vea".
Al llegar el fontanero y ver tan singular escena comenta:
"Mire, señora, a usted la puedo desatorar en dos horas, pero el charro
que está abajo ya se fregó".
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