lunes, 1 de agosto de 2011

Atorada

Una señora, un poco pasada de peso, estaba sentada en el inodoro y al
querer levantarse se da cuenta que se había atorado en él.

Entonces le grita a su marido:

"Cariño, llámale al fontanero para que me saque de aquí. ¡Me atoré!"

Al ver la situación, el tipo le dice a su mujer:

"Está bien, pero ponte mi sombrero de charro entre las piernas para
taparte y que el fontanero no te vea".

Al llegar el fontanero y ver tan singular escena comenta:

"Mire, señora, a usted la puedo desatorar en dos horas, pero el charro
que está abajo ya se fregó".

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