lunes, 1 de agosto de 2011

Panaderia

Llega una señora forastera a la panificadora del pueblo y, al ver a un
panadero trabajar, se horroriza y corre a acusarlo con el dueño:

"¡Cómo es posible tanta asquerosidad! Ese panadero de allá, el que está
todo sudoroso, para ponerle el chipotito a los bisquets se los pone
contra el ombligo. ¡Si hubiera visto usted semejante barbaridad!"

"Uy, seño, usté ni aguanta nada. ¡Lo viera haciéndole el agujero a las
donas!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario