viernes, 29 de julio de 2011

Vendedor

Pepito decide ganar dinero vendiendo huevos y piensa:

"Debo ir a un lugar donde haya bastante gente para vender mucho".

Así, recorre las calles hasta que ve mucha gente reunida en la iglesia
porque era domingo.

"Aquí es donde voy a vender".

Entra y comienza a gritar:

"¡Huevos, lleve sus huevos, baratos!"

Y toda la gente comienza a reclamar:

"¡Niño, por favor, cállate!"

Hasta que lo escucha el cura y ordena:

"¡Saquen a ese niño de los huevos!"

"¡No, padre, mejor de la orejita!", suplica Pepito.

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