viernes, 29 de julio de 2011

Mercedez Benz

Un asoleado día, venían volando muy alegres un pelícano y una gaviota.
De pronto, cuando pasaban por sobre un pantano, el pelícano se sintió
mareado y se precipitó a tierra. Quedó atrapado y le suplicó a la gaviota:

"¡Amiga gaviota, ayúdame, sácame de aquí, por favor!"

Como la gaviota era más pequeña que el pelícano tuvo que ingeniárselas
para sacarlo. Miró a su alrededor y vio estacionado un Mercedes Benz.
Así es que tomó una cuerda, amarró un extremo al Mercedes y le pasó el
otro extremo al pelícano. Acto seguido se subió al Mercedes; lo puso en
marcha y logró sacar al pelícano.

Otro día, venían de nuevo ambos volando por sobre el mismo pantano, pero
ahora fue la gaviota la que se sintió mareada y se precipitó. Entonces,
atrapada, le ruega al pelícano:

"¡Amigo pelícano, ahora te toca a ti salvarme, ayúdame por favor!"

Viendo esto, el pelícano se lanza decididamente en picada y con su gran
pico coge a la gaviota y la sa! ca del pantano.


MORALEJA:


Cuando tienes un pico grande no necesitas un Mercedes Benz.

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