"Creo que mi esposa se está quedando sorda".
Y el doctor le contesta:
"Hágale una prueba hoy en su casa; si persiste, venga a verme".
Y así lo hizo. A la hora de merendar, va y se para a tres metros de su
esposa y le pregunta:
"¿Qué hay de cenar?"
Pero la mujer no responde. Después va y se para a dos metros y de nuevo
le pregunta:
"Mi amor, ¿qué hay de cenar?"
Y otra vez, no hay respuesta. El hombre se para a un metro y,
nuevamente, no pasa nada. Harto, se para atrás de ella y le dice gritando:
"¿Qué es la cena, linda?"
Y la mujer le responde:
"¡Por cuarta vez, POLLO!".
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