sábado, 30 de julio de 2011

Ginecologo

Una señora está siendo atendida por su ginecólogo. De pronto, suena el
teléfono y el médico atiende con una mano en el teléfono y otra dentro
del 'asunto' de la señora. Absorto, el galeno prosigue en el teléfono:

"Sí, señora. Mire, le daré la dirección".

Y así, haciendo señas con la otra mano continúa:

"Da vuelta en la glorieta y dobla a la izquierda en la siguiente
esquina; en la siguiente cuadra vira a la derecha y en la otra cuadra a
su izquierda..."

De pronto, cae en la cuenta de en dónde tiene su mano. Con delicadeza se
dirige a su paciente:

"Perdón, ¿la lastimé?"

"Doctor, ¿me puede repetir la dirección?", responde la mujer con una
sonrisa".

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