La casa gana

Un barco ruso atraca en un puerto del Caribe. Toda la tripulación se dispone a ir a la ciudad en busca de mujeres, pero se les advierte del alto índice de SIDA en el puerto y de que no deben practicar el coito sin usar condón. Entonces, toda la tripulación va hacia la única farmacia abierta en la ciudad a comprar condones.

Por más muecas que hacen, no logran hacer entender al vendedor que quieren condones ya que no hablan ni inglés ni español. Frustrados se regresan al barco. Pero, un marinero inteligente se va a la farmacia, se baja el pantalón, se saca el pito, lo coloca sobre el mostrador y pone un billete de un dólar al lado. El encargado se le queda viendo y piensa:

"¡Ah, ya sé, lo que este ruso quiere es un condón!"

Feliz, el tipo corre al barco y les avisa a todos cómo le hizo para conseguirlo. Todos los rusos van a la misma farmacia y hacen lo mismo: se bajan el pantalón, se sacan la pija, la colocan en el mostrador y al lado ponen un! billete de un dólar. Pero a todo esto, el encargado había salido a comer y lo reemplazaba temporalmente un negrito ayudante. Éste, al ver a aquel montón de rusos piensa:

"¡Ah, ya sé lo que quieren estos marineros!"

En aquel momento, se baja el pantalón, saca aquella enorme pija, la coloca sobre el mostrador y anuncia:

"¡Bueno, bueno, señores, lo siento mucho pero la casa gana!"

Y recoge todos los billetes.