Burlas marítimas
Dos barcos estaban atracados en un puerto. Una embarcación era de Tontilandia y la otra inglesa. Todas las noches desde el barco británico se escuchaba un llamado:
"¡Manolo, Manolo, Manolo!"
Y un tontilandés respondía:
"¿Qué pasa?"
"¡La concha de tu hermana!", replicaban desde el otro barco.
"¡Coño, no puede ser! ¡Putísima madre!"
El hombre del barco inglés continuó con sus llamados y Manolo respondiéndole. Dos semanas después, Manolo harto de esa situación le comenta el hecho al capitán, y éste le aconseja:
"Mira, cuando veas gente en el otro barco grita: Smith, Smith, y luego le dices lo que quieras".
"Gracias, capitán", agradece Manolo entusiasmado.
Entonces sale a cubierta y grita a todo pulmón:
"¡Smith, Smith!"
"¿Quién lo llama?", preguntan desde la otra nave.
"Manolo".
"¡La concha de tu hermana!"
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