Un chico va a pedir la mano de su novia al papá de ella. Al llegar, el padre la manda a su cuarto en la parte de arriba de la casa. Luego pregunta al muchacho:
"¿Cuánto ganas?"
El muchacho dice: "El sueldo mínimo."
El padre grita: "¡A mi hija eso no le alcanza ni para el papel higiénico."
Decepcionado, el chico sale de la casa, y desde el balcón la novia le grita:
"¿Qué pasó?"
Y el chico le responde:
"¡Hasta nunca, cagona!"
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