domingo, 5 de agosto de 2012

Graciosos


Un nuevo empleado se presenta a trabajar a la oficina y, como todo empleado nuevo, se sentía un poco incómodo. En el transcurso de la mañana, observó que cada vez que algunos compañeros decían un número todos se ponían a reír. Curioso les pregunta:

"¿Por qué cada vez que dicen un número se ponen a reír?"

"Es que aquí está prohibido que contemos chistes, así que los tenemos enumerados y cuando alguien dice un número ya sabemos a que chiste se refiere y nos ponemos a reír".

Al día siguiente, sintiéndose más en confianza, el nuevo empleado suelta:

"El cinco".

Todos sus compañeros se quedan callados; inquieto el nuevo cuestiona:

"¿Por qué no se ríen?"

"Es que vos no tenés gracia para contar chistes".

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