martes, 6 de noviembre de 2007

Mendigo

Un pordiosero se dirigió hacia la ventanilla de un lujoso automóvil
que estaba detenido en un semáforo y ocupado por un elegante y
próspero caballero y se entabla el siguiente diálogo:
- Señor, ¿podría prestarme diez euros para comer?
- Pero, ¿no te los irás a beber, verdad?
- No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol.
- Entonces, ¿te lo vas a gastar en tabaco?
- No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.
- ¿Te los vas a gastar mejor jugando y apostando con los otros vagos?.
- De ninguna manera. Nunca juego ni apuesto nada.
- ¿Se los piensas dar a una prostituta, acaso?
- Jamás he tenido relaciones con ninguna mujer que no fuera mi novia,
convertida luego en mi esposa hasta que me abandonó.
- Entonces toma, no diez, sino cien euros. Pero vente a comer a mi casa.
Quiero invitarte a una buena comida casera y así podrás ahorrarte los
cien euros.
El pordiosero, sorprendido, sube al impresionante coche y ya en
camino pregunta:
- Oiga, señor, ¿no se enojará su esposa al ver llegar a alguien como
yo y que se siente a la mesa a comer?
- Probablemente sí, - contesta el rico - pero valdrá la pena. Tengo
interés en que vea en qué se convierte un hombre que no bebe, no
fuma, no juega, no baila, ni sale con putas

No hay comentarios:

Publicar un comentario