domingo, 4 de noviembre de 2007

Gimnasio



 Con motivo de mi trabajo sedentario y la consecuente acumulación de grasa en mi barriga la Empresa me ofreció un servicio de entrenamiento personal en un reconocido gimnasio.

Lo acepté gustoso y hasta fui personalmente para hacer mi reserva.

Me asignaron una personal trainner llamada Nadia, una escultural Instructora de Aeróbic de 26 años, modelo de ropa deportiva como bien pude observar en los afiches allí colgados. Ella me explicó que sería muy útil anotar mis ejercicios en una ficha de forma de poder observar yo mismo mi progreso.

Quisiera compartirlo con Uds:

Dia 1: Me levanté a las 6:00 A.M. como habíamos quedado. Bastante difícil levantarse de la cama para ir al Gimnasio pero todo cambió cuando llegue y vi que Nadia estaba esperándome.

Parecía una diosa griega: rubia, ojos verdes y una gran sonrisa, con unos labios carnosos y espectaculares. Nadia me hizo un tour y me mostró
los aparatos y me tomó el pulso después de 5 minutos en la bicicleta fija. Se alarmó de que mi pulso estuviera tan acelerado pero yo aproveché para piropearla y se lo atribuí a ella, que estaba vestida con su malla de lycra metida en su cola.

Disfruté bastante viéndola dar su clase de Aeróbic, después de terminar mi inspirador día de ejercicio. Nadia me mantenía motivado cuando hacia mis abdominales, a pesar de
que ya me dolía mucho la barriga, cada vez que ella pasaba junto a mi...

Dia 2: Me tomé dos tazas de café, y finalmente logré salir de mi casa.
Nadia hizo que me recostara boca arriba, me puso a levantar una pesada barra de metal y después se atrevió a ponerle ¡¡¡pesas!!!. Mis piernas estaban un poco debilitadas por la cinta pero logré completar !UN KILOMETRO COMPLETOOO!

La aprobadora sonrisa de Nadia y el guiño cómplice que me realizó hizo que todo valiera la pena...¡me sentía fantástico!... era una nueva vida para mi.

Día 3: La única forma de conseguir lavarme los dientes, fue poniendo el cepillo sobre el lavatorio y moviendo la cabeza a ambos lados encima de él. Creo que tengo una hernia abdominal.

Manejar no fue nada fácil: de sólo frenar el auto me dolían hasta los pelos del culo, estacioné encima de una motito de delivery... Nadia se impacientó un poquito conmigo por considerar que mis gritos de dolor molestaban a los demás socios del club. La verdad que su voz me resulta un poco aguda a tan tempranas horas de la mañana y cuando levanta la voz se vuelve nasal... es muy molesta.

Me duelen las pelotas cuando me subo a la cinta, así que Nadia me cambió a la escaladora. ¿Me pregunto por qué mierda alguien inventa una máquina para hacer algo que se ha vuelto obsoleto con el uso de los ascensores?

Nadia me dijo que me ayudaría a ponerme en forma y a disfrutar a pleno la vida... otra de sus pendejadas ..

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