Caminaba un misionero por la sabana africana, cuando de repente vio
aparecer ante si, un león enorme.
El misionero miró a la derecha e izquierda, pero no encontró ningún
lugar para ocultarse; ante lo cual comenzó a rezar, diciendo:
Señor, infunde a este animal sentimientos cristianos.
Ustedes dirán que la oración no es eficaz, pero en éste caso sí que lo
fue, porque
¡Milagro!
El león se arrodilló y dijo:
Bendice señor este alimento que vamos a comer debido a tu bondad, amén
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