lunes, 3 de septiembre de 2012

Sabia

Un día, una hermosa princesa paseaba tranquilamente cerca de un estanque donde se encontró una rana que al ver a la princesa comenzó a decirle:

"¡Oh, hermosa doncella, bésame y me convertiré en un príncipe muy guapo! Serás mi novia. Nos casaremos en una hermosa ceremonia en mi castillo donde podrás vivir conmigo y con mi madre. Cocinarás para nosotros y lavarás nuestra ropa, atenderás mis encargos y mantendrás caliente mi cama por las noches. Arrullarás a mis hijos y los levantarás cada mañana para atenderlos. Te reirás de mis chistes y me soportarás cuando esté de mal humor. Nunca te quejarás y siempre estarás agradecida que te haya hecho mi esposa".

Y aquella noche de estrellas... ¡La princesa cenó ancas de rana!

No hay comentarios:

Publicar un comentario