jueves, 1 de septiembre de 2011

Ayudando. Importante leer antes de votar

Una tarde un famoso y acaudalado político rioplatense iba en su lemosina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo pasto.
Preocupado, ordenó a su chófer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
¿Por qué están comiendo pasto, muchacho?
No tenemos dinero para comida, dijo el pobre hombre. Tenemos que comer pasto.
Bueno, entonces vengan a mi casa y allá se alimentarán, dijo el político.
Gracias, don, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de aquel árbol.
Que vengan también, dijo el político.Volviéndose al otro pobre hombre le dijo: Usted también véngase, mi amigo.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
Pero, señor, yo también tengo esposa y seis hijos conmigo. Tráelos a ellos también, respondió el político.
Entraron todos en el enorme y lujoso auto, lo que no fue fácil, aún para un automóvil tan grande como la limusina.
Una vez en camino, uno de los pobres tipos miró al político y le dijo: Señor, usted es muy bueno
Gracias por llevarnos a todos.
El político le contestó: ¡No hombre, no tenga pena, estoy feliz de hacerlo! Les va a encantar mi casa... ¡El pasto está como de metro y medio de alto!

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